Techos Verdes, Qué son y Cómo nos Benefician

La técnica de sustituir el tejado de una casa o edificio, reemplazándolo por una superficie cubierta de tierra en donde puedan crecer plantas puede parecer innovadora, pero se trata de un método milenario de construcción. No sólo es ecológico por albergar vida en nuevos espacios, sino que ayuda a disminuir considerablemente los gastos energéticos, entre otros.


El constante crecimiento de las ciudades fué en detrimento de los espacios verdes disponibles, acotándolos a algunas plazas y parques en la grandes urbes. La organización mundial de la salud (OMS) establece que las áreas verdes son espacios imprescindibles para el sano desarrollo humano y recomienda un mínimo de 9 metros cuadrados por habitante. Los techos verdes pueden contribuir en gran medida a que toda una ciudad respire mejor.

Tejados verdes tradicionales
Los tejados verdes son tradicionales en muchos lugares del mundo

Si bien el uso del tejado verde no es sólo aprovechable en las ciudades, las casas de campo también se benefician con sus ventajas, es en las primeras en donde mayor impacto causará, gracias a devolver naturaleza a la arquitectura «muerta» a la que estamos acostumbrados. La falta o poca vegetación en los núcleos urbanos provoca fenómenos climáticos llamados islas de calor, que tienen como particularidad los cambios bruscos de temperatura característicos de las zonas desérticas, con mucha temperatura durante el día y frío en la noche, gracias a que no hay vegetación que absorba la temperatura en un medio dominado por el cemento, y el cristal que reflejan los rayos del sol.

Los techos verdes se dividen en dos grandes grupos, los techos verdes extensivos y los techos verdes intensivos. Las principales diferencias entre ellos es el tipo y cantidad de vegetación, siendo los extensivos especiales para lugares de difícil acceso o gran inclinación (hasta 45 grados), contando con una capa fina de sustrato y plantas con poco requerimientos de agua, se deja que se rieguen sólo con lluvia. Los tejados verdes intensivos deben aplicarse en estructuras que hayan tenido en cuenta el gran peso que supondrán, ya que su sustrato es de al menos 30 centímetros de espesor y puede contener árboles.

Un techo verde en una casa de fin de semana
Un techo verde en una casa de fin de semana

Un techo de chapas o tejas puede convertirse en un techo verde sin demasiados inconvenientes, el bajo peso de un manto de tierra de unos 5 centímetros cubierto con sedum, puede transformar por completo una vivienda. Un sistema completo de tejado verde extensivo pesa aproximadamente lo mismo que la misma superficie de tejas, por lo que su reemplazo es directo.

Entre las mayores ventajas encontramos el gran ahorro en energía que supone la nueva aislación que da el techo verde a la vivienda. En invierno contribuye a mantener el calor ganado con el sol y en verano mantiene mucho más fresca la casa bloqueando gran parte del calor. Todo el año aporta una considerable aislación acústica y protege a la construcción de los rayos UV e IR, la erosión del agua y el viento, y disminuye los esfuerzos que el material soporta debido a los cambios de temperatura entre el día y la noche.

Esta antigua técnica está volviendo a las ciudades a medida que tomamos conciencia ecológica y nos damos cuenta que nuestra calidad de vida aumenta al acercarnos a la naturaleza.

Parte de la información aquí mencionada fue tomada de la serie de artículos sobre Techos Verdes de la Arq. Anita del Cisne

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