Historia y estilos de la arquitectura (primera parte)
La Historia de la arquitectura se encarga del estudio de la evolución histórica, principios, ideas y realizaciones de la arquitectura, es asimismo una subdivisión de la Historia del arte.
Esta disciplina, como ocurre con otras formas de conocimiento histórico, esta subordinado a las restricciones de la historia como ciencia. Existen perspectivas disímiles en relación a su estudio, en su mayoría son occidentales.
Historia de la arquitectura
Los períodos estudiados transcurren paralelos a los de la historia del arte, esto es en la mayor parte de los casos, no siempre.
En la cronología de la arquitectura occidental vamos a centrarnos en esta primera parte, en la Edad Moderna hasta la actualidad.
Edad Moderna
Con el fin de la Edad Media se genera un cambio radical en la estructura de poder europea, y comienzan a surgir los estados nación. En algunas regiones de Italia, especialmente Florencia, gracias al control de las rutas comerciales, se convierten en potencias mundiales dándose las condiciones allí para el nacimiento del arte renacentista.
Renacimiento: la arquitectura renacentista se caracterizó por la renovación de las antiguas doctrinas. Surgió a fines de la Edad Media en Italia, extendiéndose a España y a Francia.
Siendo su apogeo durante el siglo XVI.
Surge el interés por el aprendizaje clásico y su importancia, con el descubrimiento del mundo Griego y Romano, de los antiguos tratados de la arquitectura clásica. Entre los que el mas importante fue De Architectura de Vitruvio, permitiéndose de este modo, una reinterpretación de la arquitectura clásica y su aplicación a los nuevos tiempos.
Conocimientos surgidos durante el periodo medieval, como el control de cúpulas y arcadas, se aplicaron con nuevas formas.
Este estilo se basaba en la observación del mundo y hacía sus prácticas mediante principios matemáticos de balance, perspectiva y armonía.
El descubrimiento de la perspectiva es un aspecto importante en este periodo. Representó una nueva forma de interpretar el espacio, como algo universal, comprensible y controlable a través de la razón del hombre.
El principal medio de diseño fue el dibujo. Así surge el arquitecto solitario como figura, a diferencia de la concepción colectiva de los edificios medievales.
Como período histórico unificado, el renacimiento culminó con la caída de Roma. Los más destacados arquitectos del Renacimiento fueron: Vignola, Miguel Angel, Alberti y Brunelleschi.
Manierismo: Con el desarrollo del Renacimiento y el permanente estudio e incorporación de los ideales clásicos. Entre los artistas del período surge un rechazo al modelo clásico, no obstante, sus obras continúan siendo en esencia principalmente clásicas, así surge el manierismo.
Este estilo que reniega de los principios del Renacimiento, no se caracterizó por ser armonioso, claro y reposado, sino que por una extrema complejidad y sofistificación.
El Manierismo se destacó por la artificialidad, una conciencia al cultivo de la elegancia y a la facilidad técnica.
Se perseguía el refinamiento del concepto y la forma, logrando límites inimaginables del contraste y la exageración.
Entre los elementos del manierismo, son permanentes las referencias visuales en espacios internos a elementos propios de los espacios externos. Un ejemplo son las escaleras externas en alas interiores de edificios.
También el dominio de la perspectiva, permite distintos experimentos que escapan del espacio perspectivo de períodos anteriores.
Los arquitectos manieristas, pueden seguir siendo llamados renacentistas. Miguel Angel es uno de los arquitectos renacentistas que podría ser llamado manierista.
Barroco: El término Barroco se atribuye al arte Europeo que abarca desde el siglo XVII hasta mediados del siglo XVIII.
Principalmente el arte Barroco estaba vinculado con lo ilusorio y lo dramático, con recursos de iluminación, colores vivos, con materiales lujosos y elaborados. Así como con superficies de contrastantes, texturas empleadas para contrapesar a la sensualidad. Se caracterizó por las formas lujuriantes.
La fé en el estado y en la iglesia se propaga a través de la arquitectura. Es así como las formas del Barroco fueron promovidas por la iglesia en todo el mundo, haciéndolo el estilo católico por excelencia.
A su vez, el Barroco prosperó en dos corrientes distintas, basadas en las religiones imperantes, que eran la Católica y la Protestante. La primera con predominio en Italia, Portugal y España, donde el estilo se desarrolló más libremente y tanto las formas y las superficies se daban de un modo mas activo.
Mientras que en las regiones Protestantes, como norte de Europa e Inglaterra, el estilo Barroco se desenvolvió de un modo mas sobrio, refinado e intelectual, y restringido.
Hubo varias corrientes de arte post Barroco como el Rococó, en el período 1700 y 1780, donde los colores vívidos se reemplazaron por colores pastel, también se sustituyeron los relieves violentos por otros mas suaves, resaltando solo determinados puntos, y la luz difusa inundó los edificios.
Neoclasicismo: Se conoce como Neoclasicismo, al Clasicismo que surgió entre 1750 y 1830, denominado así, para diferenciarlo de la arquitectura clásica de la antigua Roma del Renacimiento.
A finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, se produjo en Europa un importante avance tecnológico. Descubriéndose nuevas posibilidades constructivas y estructurales, de modo que los antiguos materiales, tales como la madera y la piedra, se reemplazaron paulatinamente por el cemento primero, y luego por el hormigón armado, también por el metal.
Los arquitectos del siglo XVIII se alejaron de la religiosidad intensa de la estética anterior y de las exageradas formas lujuriantes del Barroco, y por el contrario, perseguían una síntesis espacial y formal mas objetiva y racional.
Pero aún no había una idea formada de cómo aplicar las nuevas tecnologías en la nueva arquitectura, por lo que aquellos arquitectos aplicaron el ideal clásico para los nuevos tiempos.
Es por ello que el Neoclasicismo no representó un nuevo estilo, distinto del arte clásico renacentista, sino que fue más bien una reinterpretación del esquema formal clásico. Presentando como gran diferencia la aplicación de las nuevas tecnologías.
Además este periodo se caracterizó por el énfasis de escala, la geometría organizacional muy rigurosa, la incorporación de detalles Greco-romanos, la simplicidad de las formas geométricas, el uso dramático de las columnas para articular espacios interiores. Así como predilección por paredes despejadas de ornamentos y el contraste de volúmenes formales y texturas.
Notas relacionadas: Introducción a la Arquitectura
Fuente: www.arquitectuba.com.ar