La firma Escofet, especialista en la fabricación de pavimento hidráulico, de la cual hemos tratado de su trabajo en artículos anteriores, sigue celebrando los 125 años de historia en el mercado, y en esta ocasión, nos invita a compartir sus últimos proyectos.
Esta compañía, no ha dejado de crecer a lo largo de su trayectoria, trabajando con su producto principal: el hormigón armado, y se ha consolidado como empresa líder en el mercado del hormigón arquitectónico, incorporando un gran componente de innovación y criterios constructivos, que han abierto nuevas sendas en la edificación.
Entre los proyectos y novedades en diseño y construcción de Escofet, podemos mencionar los siguientes:
- Islero, es una banca modular, un elemento paisajístico y una pieza monolítica con varias posibilidades combinatorias que es capaz de tapizar el espacio de forma indefinida. Su fabricación se basa en el hormigón moldeado color gris granítico, y a la vez, es compatible con cualquier tonalidad de hormigón, clara u oscura.
También, este diseño del arquitecto Eduardo Arroyo, incorpora un sistema innovador y exclusivo de Escofet, que permite que la luz del sol al igual que la luz artificial se refleje de manera dinámica y atractiva al recorrer con la mirada la pieza.
La ergonomía de la pieza permite distintas posiciones corporales, la práctica de actividades de trabajo o lúdicas, además el gran peso que posee la banca hace posible que se apoye en el terreno, sin ser necesario el uso de anclajes.
- Twig, es un sistema de bancas que sintetiza los conceptos de modularidad, interactividad y conexión. Este asiento potencia la diversidad, la fluidez y la interactividad entre sus usuarios. Diseñada por Alexander Lotersztain junto a Escofet, esta pieza de mobiliario urbano cuenta con un diseño versátil, que permite crear “lugares de encuentro” en el paisaje, y sugiriendo nuevos usos en el espacio exterior.
Estas bancas, han sido construidas en hormigón armado moldeado con acabado decapado suave, y se presenta en los colores de la carta estándar. Por su importante peso, se apoya sutilmente sobre el terreno, prescindiendo de anclajes.
Sus aristas levemente redondeadas y la suavidad de sus superficies son características de esta banca que seduce e invita a ser utilizada. Las esquinas de los tres brazos que la componen presentan la misma geometría y sección, lo que favorece la agregación de las piezas de un modo arbitrario. De esta manera se generan diversas composiciones formales que proponen un lenguaje y una situación diferente dentro de cada contexto.