Cómo relajarse en casa, hacer una pausa, descansar y disfrutar
Ante la pregunta de como relajarse, pues debe haber tantas formas de distendernos como gustos, porque básicamente encontrar ese punto donde bajar las tensiones, entrar en “modo descanso” y disfrutar es algo subjetivo.
Habrá quienes se relajan viendo llover, quien lo consigue oyendo música, o los que logran la calma en una charla entre amigos.
Cualquier alternativa es válida, por supuesto. Lo importante es reconocer esos ambientes, entornos y situaciones que nos permiten bajar tensiones.
También debemos comprometernos con alimentar esos ámbitos o momentos tan necesarios para nuestro confort interno.
Si es en tu casa, donde necesitas relajar o hacer alguna actividad para ese fin, habrá que destinar tiempo y voluntad para crear la atmósfera adecuada…
Permitirnos disfrutar cada rincón
No va más el comedor exclusivo para grandes reuniones, o mejor dicho, sigue vigente el espacio, la diferencia radica en no imponer ambientes de uso exclusivo.
Parece una mejor opción que cada centímetro de una casa se disfrute todos los días.
Permitirnos usar
Si la tapicería de las sillas es delicada, si los muebles pueden sufrir algún arañazo, todo tiene solución.
Todo esto, es en función de conseguir que una casa nos brinde ese ámbito privado y perfecto donde sentirnos a gusto y plenos. Haciendo lo que más nos gusta, y que las cosas simples de cada día cobren nuevo valor.
Decoración versus tendencias
La decoración tiene mucho que ver en esto de crear entornos agradables. Especialmente vista desde un prisma práctico, con la dosis justa de estética, sin excesos ni fanatismos.
Entonces, con este enfoque ya no tenemos que creer que para decorar, todo lo que importa es el presupuesto, o comprar objetos de moda, o renovar íntegramente la casa.
El foco principal de nuestra atención tiene que estar en el confort, en conseguir espacios cómodos y con los que sentirnos identificados.
Ideas para una decoración posible
Te propongo comenzar por detalles, principalmente por lo que sí está a nuestro alcance, lo posible, lo inmediato.
Ese pequeño paso es el que nos llevará a un cambio más profundo.
Hay que poner a funcionar la rueda, y todo va a fluir mejor. Porque si nos proponemos un pequeño cambio posible, al verlo concretado, al entender que lo conseguimos con nuestro esfuerzo, eso nos impulsará a seguir andando.
Pequeños cambios en casa
Te doy algunas ideas de mínimas acciones, a través de ejemplos, que permiten modificar una habitación.
- Integrar naturaleza a los espacios
Una ventana que tiene vistas que no nos gustan, a un patio desolado, o al interior de un viejo edificio. Una opción posible y simple es usar plantas.
Plantas colgadas en un barral, o en el alfeizar de la ventana si es que lo tiene.
Pero si no tienes plantas, comienza por pedir gajos a tus conocidos, o comprar aquellas resistentes y fáciles de cuidar, hay especies asequibles y variedades.
En el caso de que las plantas no sean una opción, podemos crear arreglos con flores secas, ramas, follaje, y hay miles de alternativas decorativas.
- Prestemos atención a los colores, aprendamos a combinarlos para que armonicen.
Puede que una habitación necesite nueva pintura, busca artículos e información que te ayuden a elegir el color más adecuado.
- Cuando se trata de renovar muebles y accesorios, quizás se trata de distribuir los que tienes en la casa de un modo diferente.
Prueba agrupar lo que tienes de forma distinta y entre las habitaciones.
- Reparar lo que está roto, tiene un mal funcionamiento o por alguna razón nos molesta.
Los objetos, puertas, y cualquier detalle de una casa que fallan o no funcionan bien merecen nuestro tiempo para mejorarlo. El motivo es simple ¡Porque esas cosas nos predisponen mal!
En algunos casos no necesitamos de un experto. Por ejemplo, un tirador de un cajón que está falseado y que cada vez que tiramos de el se nos queda en la mano! Un poco de adhesivo en el tornillo puede ser el fin del problema.
- Iluminar bien cada rincón.
No me refiero a colgar una lámpara fabulosa, si no a elegir los focos correctos para cada ambiente, y que aquellos umbríos reciban algún haz de luz.
Pensemos que no merecemos caminar por pasillos, escaleras con escasa luz, no hay necesidad que el interior de un armario sea oscuro. Porque el mercado nos ofrece muchas posibilidades y a precios que se adecuan a todos los presupuestos.
Hay que idear soluciones y buscar la mejor opción para nuestra casa.
Disfrutar el proceso
Todo eso que vemos en nuestras casas y queremos modificar/renovar/mejorar parece una tarea sin fin, y en algún punto lo es, porque puede que siempre queramos ir mas allá.
El punto es disfrutar el proceso y principalmente ponernos en acción.
Como dije antes, comencemos por lo mínimo, y vayamos progresando poco a poco.
Escribir este artículo es para mi una forma de compartir mi propio proceso de cambio de enfoque, de mi nueva mirada hacia la forma en que vivo mi casa.
Una casa que hasta ahora me da mucha más satisfacción que el hecho de quedarme sumergida en la queja, en la molestia de una casa que no me da lo que yo espero. Ahora, esa misma casa la miro con gratitud, la abrazo y la mimo para mi, la modelo como puedo y la recompensa es disfrutarla más y mejor.
Los invito a leer el artículo de una casa feliz de la mano del minimalismo, que con ideas claras y sin abrumarse ni ser extremos, propongo reducir el ruido y el caos visual para sentirnos más cómodos en nuestros ambientes.
NOTA: Al momento de redactar este artículo no sabía que el 15 de Agosto se celebra el Día Mundial de la Relajación. Así que con más razón los invito a que consideren este mes para comenzar con cambios que permitan mejorar la forma en que viven sus casas.