Afortunadamente para relajarse ante este tipo de situaciones, existe en el mercado un producto muy útil y eficaz.
Se trata de un dispositivo ‘detector de caídas’, es un sistema que consta de una pulsera, y un receptor central, que puede ubicarse a una distancia máxima de 30 mts. de la piscina, pero que se traslada con total facilidad. En dicho receptor, suena una alarma cuando la pulsera entra en contacto con el agua. Por ello, si un niño estuviese dentro del agua, la pulsera activará dicha alarma, que no dejará de sonar hasta que sea desactivada. Y como para que los pequeños no rechacen usar la pulsera, éstas tienen un diseño bastante llamativo, porque se presentan en distintos colores, y con un diseño de una tortuga, por lo que resultan divertidas.
Este sencillo y tan práctico dispositivo cuesta 250 euros, es de fácil uso, y además, no requiere de una instalación específica.
Fuente: www.domotica10.com