Pared de ladrillo visto y sus infinitas combinaciones
Una pared de ladrillo visto puede usarse en cualquier habitación, tiene miles de aplicaciones también. Te mostramos ideas para aplicarlo combinado con otros materiales, en toda la casa.
El ladrillo a la vista o ladrillo visto es uno de los revestimientos que más destaca por su textura, entre los más tradicionales materiales. Dado que si indagamos materiales actuales la creatividad no deja de sorprendernos.
Muros versátiles
El ladrillo es un material versátil utilizado en la construcción desde la antigüedad. Destaca por su carácter rústico y su rica textura.
Ofrece un interesante juego estético, pues puede usarse tanto en toda la estancia, como destacando algunas zonas.
Es posible verlo combinado con otros revestimientos, como son azulejos o cerámicos, cemento, o simplemente pintado.
Incluso si te gusta la estética del ladrillo visto, pero prefieres introducir una renovación a tu casa, que no implique un gran obra: el papel pintado o empapelado que lo imita, es una gran alternativa.
En el siguiente enlace encontrarás más información e ideas para usar este revestimiento rústico en una casa.
Pared de ladrillo visto para cada habitación
Traté de resumir en imágenes y sectorizando en habitaciones de una casa estas variantes que ofrece este rico material.
En el baño
Dos opciones de ladrillo para baños de pequeñas dimensiones, uno con el color natural del ladrillo y otro pintado de blanco.
Para un espacio reducido, el ladrillo pintado blanco resulta conveniente porque da una sensación de mayor amplitud.
En ambos casos, la combinación de este revestimiento con muebles de madera, parece todo un acierto.
En el comedor
La misma variedad anterior para el ladrillo, pintado y al natural.
Para el primer caso, la pared de ladrillo pintado además de decorativa, funciona como elemento que sectoriza un comedor abierto a la cocina.
En el segundo comedor, el techo y suelo de tonos claros permiten que el muro de ladrillo visto actúe como telón de fondo, un protagonista del interior.
En el dormitorio
Puede que la premisa para ambientar el dormitorio es una paleta de tonos claros y luminosos.
Sin dudas, una pared de ladrillo pintada de blanco quita peso visual y, al mismo tiempo, añade una textura rica
Cuando en el dormitorio uno o todos los muros son de ladrillo color teja, la fusión con muebles de maderas claras, añade una estética rústica y actual a la decoración.
En el salón o living
La prueba de que un muro de ladrillo admite cualquier color de pintura, y no solo los más usados, como es el blanco, lo encontramos en estos dos salones de las imágenes.
En uno de ellos un mix de tonos pastel, destaca la zona de estar. El techo alto y las paredes, consiguen una geometría suavizada por los colores pálidos.
En el otro living, el gris oscuro da profundidad y destaca el área de la chimenea. Cobra protagonismo este sector, y el ladrillo luce con un guiño de elegancia.
En la cocina
Reservé este espacio para el final, como frutilla del postre, porque encontré dos interiorismos super creativos, donde el ladrillo se combina exquisitamente con otros materiales.
En la primer foto, el ladrillo pintado de rosa pastel, suma luminosidad y un guiño original. El remate, un frente contra salpicaduras de cobre.
El brillo del metal, la textura del ladrillo y el color de la pintura, crean una fusión encantadora en esta cocina. Pura inspiración!
En la segunda cocina, un sector del muro se ha dejado el ladrillo visto, como resultado de lo que parece la reforma a una construcción.
El revestimiento cerámico blanco se introdujo como frente contra salpicaduras. Blanco, a juego con el mobiliario de la cocina.
El combo es exquisito, una mezcla de modernidad, practicidad y el guiño rústico exacto.