Cultivo de Fresias

La Fresia (Freesia) es una planta con hermosas flores, y perfume exquisito, de variados colores y muy valorada como flor cortada, pues se conservan durante mucho tiempo una vez cortadas. Se trata de una planta bulbosa de la familia de las Iridáceas, originaria de África del sur, que alcanza una altura máxima de 30 cm., y se multiplica por división de bulbos o por siembra clásica con semillas, además es una de las primeras flores de primavera.

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Condiciones para su cultivo:

Lugar de plantación: La Fresia es posible plantarla en tierra plena o en tiestos, los bulbos o «cormos» se deben plantar en sitios que reciban sol directo. Aquellas que estén en macetas habrá que moverlas a un lugar semisoleado, cuando la planta ya se desarrolló y cuando las varas florales empiezan a crecer.

Época de plantación: Es posible plantarla en otoño para que florezcan en invierno. En climas benignos, podrán plantarse al exterior en los meses de abril o mayo, si se trata de un clima muy frío, será a fines de invierno. Siempre protegiendo la planta de las heladas, pues no las resisten.

Suelo: Requiere de un suelo suelto y levemente ácido, con buen drenaje y abonado con abundante materia orgánica, para conseguir una floración más vigorosa.

Riego: El riego deberá ser moderado, durante la brotación y floración cada 2 o 3 días, y disminuyendo paulatinamente hasta suspenderlo cuando el follaje se seque.

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Plantación: Los bulbos se deberán enterrar a una profundidad equivalente al doble de su altura, cubriendo en general con 2 o 3 cm. de tierra. Dejar una separación de un mínimo de 7 cm para que las raíces (nuevos bulbos) se extiendan sin problemas. Cuando la planta florezca, las espigas tenderán a inclinarse, por lo que se aconseja, colocar al lado de cada bulbo una estaca de un espesor fino, semejante al de un lápiz.

Recolección de bulbos: El momento de desenterrar los bulbos es cuando el follaje se secó totalmente y la tierra tiene poca humedad. Una vez retirados los bulbos se dejan secar y se guardan en cajas o bolsas de papel, en un lugar fresco. Es conveniente clasificarlos por color al guardarlos, para conservar los colores puros de la Fresia en siembras sucesivas, se recomienda disponer un lugar distinto para sembrar cada color, como por ejemplo en macetas o canteros, de modo que colocando los colores alejados unos de otros se evitará el riesgo de que se mezclen, ya que con el transcurso de los años tiende a predominar alguno de ellos, generalmente amarillo-anaranjado.

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Corte de Flores: Las espigas se cortan desde su nacimiento, preferentemente cuando la flor inferior de la espiga está semiabierta, porque las demás se abrirán luego de cortadas y una vez en el florero.

Fuente: www.huertayjardineria.com.ar

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