Cómo ubicar muebles en un espacio
En el post anterior sobre distribución de espacios vimos la importancia de dibujar la planta, definir un punto focal, buscar el equilibrio y respetar las proporciones de todos los elementos que integran una habitación. En esta oportunidad profundizaremos en otras ideas y recursos que nos ayudarán entender cómo ubicar muebles en un espacio y a mejorar la forma en que se plantea y planifica una estancia.
Plantea las circulaciones
Resulta fundamental considerar las circulaciones en un espacio. Especialmente considera el flujo natural de circulación del espacio, y no coloques muebles u objetos que la obstruyan o incomoden el paso.
Por circulación natural me refiero, a aquella que se plantea espontáneamente como tránsito desde una habitación a otra, como acceso a una ventana o una puerta, por ejemplo.
Además, es importante dejar espacio entre los elementos. Si bien en interiorismo hay recomendaciones de distancias mínimas, como referencia ,considera poder pasar entre muebles u otros elementos, y que ese paso resulte fluido, simple y cómodo.
Por ejemplo, al sentarte en un sofá tienes que tener una distancia mínima para poner las piernas sin que la mesa de centro moleste, y que tampoco esté muy lejos para que puedas acceder a ella. Tampoco queremos sortear muebles, aunque sean bajos, como un puf, para poder llegar a algún punto de la estancia.
Considera la altura de los muebles
En cuanto a la altura de los muebles el factor determinante es la comodidad. Por ende, una mesa de comedor debería tener una altura promedio de 75 centímetros aproximadamente, pero esto también dependerá de la altura de las sillas que tengas.
Del mismo modo, en el caso de mesas de salón deben tener una altura que resulte cómoda de acceder sentado en cualquiera de los asientos. No debería ser muy altas ni, demasiado bajas.
Una referencia para la mesa de café, es la altura de los asientos. Mientras que para mesas laterales tomaremos como referencia los apoyabrazos del sofá u otros asientos cercanos.
Cómo ubicar los muebles
Así pues, prioriza el confort ante todo, y escoge muebles que resulten cómodos. Recuerda también que cómo vimos en el anterior post, es importante para la distribución armoniosa del espacio, colocar muebles altos o voluminosos de forma que se equilibre el peso visual en toda la habitación.
Repite o multiplica
Esta recomendación aplica a varias situaciones que se presentan en un interior. Vamos a citar el caso de un salón, donde es mejor contar con una mesa de centro que aporte buen tamaño de apoyo, pues así puede ser funcional y a la vez actúa como un elemento que unifica los muebles de la sala.
Algo similar ocurre con las alfombras, y siguiendo con el ejemplo de una zona de estar, aquí también las alfombras funcionan “anclando” los muebles al espacio. Se recomienda elegir una alfombra cuyo tamaño permita que tanto la mesa de centro, el sofá y sillones que acompañan, se apoyen sobre ella. Al menos, las patas delanteras de los asientos deberían apoyar sobre la alfombra.
Si logramos esto, el efecto es el de un espacio recogido, equilibrado, y la alfombra lucirá como adecuada en sus dimensiones para ese espacio.
En este sentido, tanto si no conseguimos una alfombra del tamaño que abarque todos los muebles, o la mesa de centro nos resulta pequeña, es cuando podemos recurrir a la repetición de elementos. Duplica las mesas, y en lugar de una única pieza incorpora dos, hay muchos modelos que permiten crear un efecto interesante.
Igualmente podemos aplicar este recurso a las alfombras, incluyendo dos en lugar de una de gran formato, o también a otros muebles y accesorios decorativos o de iluminación.
En todas estas recomendaciones que nos aporta el interiorismo, siempre la prioridad es el confort y la funcionalidad. Por ello, es que perseguir como objetivo un interior cómodo y práctico puede ser tu mejor guía.